Es muy común que el motivo por el cual muchas personas deciden llamar a un fontanero es la aparición en sus hogares, especialmente en el baño, de un desagradable y fétido olor, ya que, aunque este no es un problema tan frecuente como las goteras de los grifos, la cual es una avería que muchas personas no le brindan la suficiente atención, los nauseabundos olores son un inconveniente imposible de ignorar por lo que ante esta problemática las personas llaman a un fontanero de confianza en cuestión de minutos.
Son muchos los lugares de donde pueden provenir estos olores insoportables ya que en el hogar existen diferentes desagües y drenajes que se encargan de transportar todo tipo de desechos y aguas residuales, no obstante, es frecuente que la mayoría de los problemas radiquen en un lugar muy específico, el inodoro, por lo que a continuación te explicaremos como se generan este tipo de inconvenientes y qué medidas se pueden llevar a cabo para su resolución.
¿De dónde provienen estos malos olores?
Todos los olores desagradables proceden de un foco en común, el bajante, ya que este es el conducto que posee una conexión directa con el saneamiento general en donde se encuentran todas las aguas residuales por lo que resulta comprensible que ante cualquier tipo de falla o problema que presente el bajante la forma en la que se expresará dicha avería será con el reflujo retrogradado de los gases que se encuentran en el saneamiento.
Igualmente, estos malos olores pueden filtrarse cuando no existe el asilamiento adecuado en el bajante o en la red de saneamiento, por lo que cuando se presentan fisuras, grietas, o cualquier otro espacio que permite la salida de los elementos contenidos en el bajante es común que se susciten los malos olores.
Por otro lado, es necesario destacar que existe un elemento el cual amerita ser instalado en prácticamente todos los bajantes para prevenir este tipo de inconvenientes, dicho dispositivo es el sifón, por ende, todo bajante que carezca de este elemento tiene altas probabilidades de emanar malos olores.
Si queremos saber cuál es el inconveniente que está provocando los malos olores de nuestro baño debemos evaluar ciertos aspectos y detalles como por ejemplo el estado de las juntas del sanitario, la integridad de la masilla que sella el inodoro con el suelo, y el bote sifónico de cada elemento sanitario del baño.
¿Porque es importante un sifón?
Como se mencionó anteriormente, es indudable la transcendencia de los sifones en la salubridad del baño puesto que desde su invención estos elementos se han convertido en un elemento infaltable en todas las instalaciones de fontanería en las cuales discurren aguas residuales.
El funcionamiento del sifón es sumamente sencillo y a su vez ingenioso, ya que la curva característica del sifón crea un espacio virtual en el que la gravedad mantendrá cierta cantidad de agua de forma permanente en dicho espacio, por lo que se forma un sello hidráulico que previene que los malos olores del saneamiento refluyan hacia el lavabo, inodoro, fregadero o cualquier otro elemento.
Luego de la invención de los sifones se idearon otro tipo de sistemas para evitar el reflujo de olores nauseabundos que utilizan el principio general del sifón tales como el denominado bote sifónico, el cual es un elemento central que tiene la función de cumplir como un sistema general de sello hidráulico el cual recibe el drenaje de todos los elementos sanitarios del cuarto de baño o la cocina.
Desifonamiento: la causa de los malos olores
Como su nombre lo indica, el desifonamiento básicamente es un término que los fontaneros utilizan para hacer referencia a la ausencia de la función de sifón, es decir, el mismo queda completamente seco y no genera el sello hidráulico que evita el flujo retrogrado de los malos olores.
Al no existir agua en el sifón, fácilmente pueden fluir cualquier tipo de corrientes de aire desde el saneamiento hasta el drenaje de la ducha, lavabo o inodoro y lamentablemente dicho aire que fluirá tendrá ese particular y molesto olor del saneamiento.
Son múltiples los factores y las causas que pueden provocar que el sifón se quede sin agua, sin embargo, los dos motivos más frecuentes para que se presente este problema son los siguientes:
- Desifonamiento provocado por la evaporación: Las altas temperaturas externas del ambiente y la falta de uso del elemento sanitario con sifón generan que el agua que contenga este con el paso del tiempo se evapore hasta consumirse por completo, dejando desprovisto al sello hidráulico. Este problema suele suscitarse cuando los usuarios se ausentan por un largo periodo de tiempo y al arribar a sus viviendas se encuentran con este característico olor. En estos casos la solución radica en aumentar la altura o profundidad del sifón, de esta forma podrá acumular una mayor cantidad de agua y resultará más difícil que la misma se evapore por completo.
- Falta de ventilación: La ventilación en el bajante resulta necesaria para evitar la sobrepresión que puede desencadenar un desifonamiento. En este tipo situación existen dos alternativas para la solución del problema, una de las cuales es incrementar la profundidad o altura del sifón como se mencionó anteriormente. Otra de las opciones que se pueden efectuar para resolver este inconveniente es realizar las modificaciones necesarias para mejorar y optimizar la ventilación del bajante, lo cual permitirá mantener el funcionamiento ideal del sifón.